Senderos patagónicos de vientos australes
Surcados de ríos y bañados por mares
Tus bosques han debido protegerse
En quebradas profundas, rocosas, minerales.
Senderos patagónicos de vientos australes
Surcados de ríos y bañados por mares
Tus bosques han debido protegerse
En quebradas profundas, rocosas, minerales.
Es fácil encerrarse en uno mismo y en las propias cavilaciones olvidándose del mundo entero y de lo que esta realidad nos plantea. De qué manera nos desafía y qué caminos nuevos nos propone. Es complejo.
Una de las situaciones más dolorosas que me ha tocado vivir en este tiempo ha sido la muerte de Florencia, una joven mamá de nuestro barrio. Ella debe haber tenido cerca de treinta años, un poco más o un poco menos, pero ya era mamá de cuatro hijos: Dilan, Priscila, Guadalupe y José, este último, un bebé de no más de cuatro meses. Había nacido hacía poquito cuando ella se enfermó, de una infección muy aguda al páncreas y luchó casi dos meses en el hospital y luego murió.